Ansiedad por separación en perros y problemas asociados a la soledad
Cuando hablamos ansiedad por separación en perros y problemas asociados a la soledad nos encontramos con casos que, al quedarse solos, rompen objetos, hacen pis o caca en cualquier lado, ladran, aúllan o presentan otros comportamientos, y lo primero que tenemos que entender es que no todos lo hacen por el mismo motivo.

Las causas pueden ser muy distintas, y si no identificamos cuál es la que está detrás del comportamiento, podemos elegir una estrategia equivocada y empeorar el problema.
Hay dos grandes grupos que explican la mayoría de estos casos:
- Perros que rompen, destruyen o vocalizan por aburrimiento o falta de actividad física y mental.
- Perros que desarrollan ansiedad por separación debido a un hiperapego emocional con sus tutores.
No es lo mismo un perro que rompe una zapatilla porque no tiene nada para hacer, que uno que rompe la puerta porque siente que se le viene el mundo abajo cuando su persona de referencia se va. Y si aplicamos la misma solución a los dos, probablemente vamos a fracasar.

Contracondicionamiento y desensibilización: no es todo lo mismo
Para trabajar estos problemas usamos dos herramientas principales: contracondicionamiento y desensibilización. Pero no funcionan igual para todos los casos.
- En perros aburridos, el contracondicionamiento suele alcanzar.
- En perros con ansiedad, sí o sí hay que hacer desensibilización.
Grupo 1: Perros que rompen por aburrimiento
Estos perros no están atravesando un cuadro de angustia emocional profunda. Están viviendo un estado de frustración por falta de estímulos (aburrimiento).
Cuando se quedan solos, experimentan un pico de estrés, o el contexto se vuelve poco estimulante, pero no es miedo ni pánico. Es aburrimiento que deriva en comportamientos destructivos.
Características típicas:
- Rompen objetos que encuentran a mano.
- Muerden muebles, almohadones, zapatos.
- Vocalizan poco o nada.
¿Por qué pasa?
El perro necesita masticar, roer y desgarrar cosas. Es parte de su comportamiento natural. Si en su vida diaria no tiene suficientes oportunidades de satisfacer esas necesidades, cuando se enfrenta al aburrimiento busca autogestionarlo como puede.

¿Cómo se trabaja el aburrimiento?
- Incrementar la cantidad y calidad del ejercicio físico: más y mejores paseos, incluir actividades que impliquen desplazamiento, esfuerzo y atención.
- Estimulación mental diaria: juegos de olfato, búsquedas, enseñarle conductas nuevas.
- Ofrecer objetos de masticación seguros y adecuados.
- Establecer rutinas que incluyan momentos de interacción y aprendizaje.
El Kong es una de las mejores herramientas. Permite masticar, roer y lamer, que son actividades fundamentales para un perro.
En estos perros, dar un Kong antes de salir puede ayudar mucho, pero no como un parche. Si durante el día el perro sigue sin acceso a actividades adecuadas, el problema va a volver.
Grupo 2: Perros con ansiedad por separación
Este grupo ya es otra historia. Acá no estamos frente a un perro que se aburre: estamos frente a un perro que atraviesa una angustia profunda cuando su figura de apego se va.
Características típicas:
- Ladridos, aullidos o gemidos durante horas.
- Defecación o micción descontrolada dentro de casa.
- Destrucción de puertas, ventanas, muebles.
- Autolesiones: lamerse compulsivamente, rascarse hasta lastimarse.
- Salivación excesiva, temblores, jadeo intenso.
Este tipo de perro no puede gestionar emocionalmente la separación. No es que simplemente «extraña». Para él, la ausencia de la figura de apego es una amenaza existencial.
¿Qué es el hiperapego?
El hiperapego es un vínculo disfuncional donde el perro depende emocionalmente de su tutor de una manera extrema e insana.
- No puede relajarse si el tutor no está.
- Vive pendiente todo el tiempo de dónde está su figura de apego.
- No puede gestionar momentos de frustración o espera.
Y ojo: en la mayoría de los casos, el humano también está hiperapegado al perro. No es un problema solo del perro: es una dinámica que se construyó entre ambos.
¿Cómo se trabaja la ansiedad por separación?
1. Evaluación veterinaria primero
Antes de encarar cualquier plan de trabajo, hay que descartar problemas de salud. La ansiedad extrema puede derivar en daños físicos y, en muchos casos severos, se requiere el apoyo de psicofármacos para poder trabajar.
2. Desensibilización sistemática
La base del tratamiento conductual es la desensibilización sistemática. No el contracondicionamiento solo.
Significa hacer simulacros de salida:
- Salir de casa en tiempos mínimos, antes de que el perro dispare el cuadro de ansiedad.
- Repetir una y otra vez, aumentando progresivamente la duración de las ausencias.
- Nunca permitir que el perro llegue al estado de crisis.
Esto lleva semanas o meses de trabajo sistemático. El objetivo no es distraer al perro, sino cambiar su respuesta emocional frente a la salida.
3. Contracondicionamiento como apoyo
Podemos usar objetos como el Kong, sí. Pero no para tapar el problema. Sino como herramienta complementaria dentro del plan de desensibilización.
4. Mejorar el estado físico y emocional general del perro
- Incorporar ejercicios diarios que impliquen movimiento sostenido y activación corporal.
- Estimulación cognitiva con juegos de olfato, resolución de problemas, enriquecimiento ambiental.
- Brindarle oportunidades para gestionar pequeñas frustraciones que estén dentro de sus posibilidades, sin empujarlo al límite emocional.
El cambio empieza en casa: el vínculo
El verdadero cambio empieza en el tipo de vínculo que tenemos con el perro.
Si el perro no sabe estar solo porque lo miramos, tocamos o estamos pendientes de él todo el tiempo, no podemos pretender que gestione una separación sin colapsar.
No se trata de ignorarlo brutalmente. Se trata de construir un vínculo más sano, donde el perro:
- Pueda frustrarse de manera controlada.
- Encuentre placer en actividades propias.
- No dependa exclusivamente de nuestra presencia para estar bien.
Errores comunes al tratar la ansiedad por separación
- Pensar que «dándole algo» antes de irnos alcanza.
- Hacer simulacros de salida de vez en cuando, pero no todos los días.
- No acompañar con suficiente ejercicio y estimulo mental.
- No cambiar la dinámica de vínculo en el día a día.
- Pretender resultados en una semana.
Trabajar la ansiedad por separación es un proceso. Requiere paciencia, compromiso y acompañamiento profesional.
Cuando un perro tiene ansiedad por separación, su sistema emocional no está preparado para procesar la ausencia de su tutor.
No lo subestimes. No intentes taparlo con un juguete o con «dejarlo llorar para que aprenda».
Este tipo de problema necesita ser abordado de manera seria, comprometida y profesional.
Tu perro te necesita. Y si hacés bien las cosas, podés ayudarlo a vivir con mucha más tranquilidad, seguridad y bienestar.
Empezá hoy.
Estudios Científicos sobre Ansiedad por Separación en Perros:
Factores de riesgo de ansiedad por separación en etapas tempranas
Un estudio descriptivo de 215 perros diagnosticados con ansiedad por separación
Fisiopatología, diagnóstico y tratamiento
de la ansiedad por separación en el perro