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El Mundo de los Cachorros Recién Nacidos

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Etapas del desarrollo en cachorros: Etapa neonatal, primeras 2 semanas de vida

El milagro del nacimiento siempre conlleva un asombroso proceso de adaptación a la vida, y los cachorros no son una excepción. Desde el instante en que llegan al mundo hasta las dos semanas de vida, estos adorables seres experimentan una fase crucial de transición, ajustándose a las condiciones postnatales y preparándose para enfrentar un mundo nuevo y emocionante.

El nacimiento es solo el comienzo, y al llegar a este mundo, los cachorros traen consigo un cerebro en desarrollo y sentidos aún por explorar. Incapaces de ver y oír en este período temprano, dependen en gran medida de su sentido del olfato y del tacto, mínimamente desarrollados, para percibir su entorno. A pesar de estas limitaciones, son criaturas sorprendentemente activas, moviéndose con curiosidad y entusiasmo.

El sueño desempeña un papel fundamental en esta etapa inicial. Los cachorros pasan la mayor parte del tiempo durmiendo, y esto no es en vano. Durante el sueño, su cerebro procesa estímulos, lo que contribuye a su estabilidad emocional y al desarrollo adecuado. Aunque todavía están poco desarrollados en su capacidad de respuesta al dolor, el sueño les proporciona el refugio necesario para crecer y desarrollarse.

Para asegurar su bienestar y salud en el ambiente de la paridera, es esencial mantener condiciones óptimas de temperatura y humedad. Durante la primera semana, una temperatura de entre 25 y 30 grados Celsius es ideal, mientras que en la segunda semana, reducir a 20 a 25 grados Celsius garantizará su comodidad. La humedad cercana al 65% también es clave para su desarrollo.

En este delicado período, el contacto físico con la madre es de suma importancia. Ella brinda el acicalamiento y los cuidados necesarios para el crecimiento de sus cachorros. El contacto maternal mejora la digestión y la asimilación de nutrientes, al tiempo que promueve su estabilidad emocional y su desarrollo general.

Además, la madre juega un papel vital en la estimulación de la defecación y micción de los cachorros mediante su lamido y limpieza de la región perineal. Esta interacción es esencial para su bienestar, y privarlos de este contacto puede impactar negativamente su estabilidad emocional. Por ello, es fundamental respetar el vínculo madre-cachorros y no intervenir hasta que ella haya realizado este ritual de limpieza y reconocimiento.

La perra y sus cachorros forman una unidad inseparable

En esta etapa temprana, los cachorros exhiben comportamientos reflejos muy simples, como los reflejos de búsqueda, que les permiten satisfacer sus necesidades básicas. La separación de la madre en este período puede causar angustia, ya que ella y sus cachorros forman una unidad inseparable. Cualquier interferencia durante este tiempo crítico puede tener repercusiones en el comportamiento futuro de los cachorros.

Las dos primeras semanas de vida de los cachorros son un viaje asombroso de adaptación y desarrollo. Su dependencia total de la madre y su entorno nos recuerda la importancia del cuidado y la atención amorosa en esta etapa inicial. Al respetar y fomentar los lazos naturales entre la madre y sus crías, estamos sentando las bases para futuros perros felices y emocionalmente equilibrados.