Collares para perros: cuáles sí y cuáles no

Pablo Capra

03/12/2025
Collares para perros: pocas decisiones generan tantas dudas y discusiones entre tutores, y no es casualidad ya que en cada veterinaria o petshop todavía se ofrecen collares de cuero, collares de nylon, collares de ahorque, collares de púas o incluso eléctricos como si fueran “herramientas de entrenamiento”, mientras en paralelo se recomienda el arnés como […]

Collares para perros: pocas decisiones generan tantas dudas y discusiones entre tutores, y no es casualidad ya que en cada veterinaria o petshop todavía se ofrecen collares de cuero, collares de nylon, collares de ahorque, collares de púas o incluso eléctricos como si fueran “herramientas de entrenamiento”, mientras en paralelo se recomienda el arnés como alternativa moderna y respetuosa. ¿A quién creerle? ¿Cuál es la diferencia real?

El punto de partida es claro: ningún collar va a superar nunca al arnés. Y no porque esté de moda, sino porque está demostrado que distribuye la presión de forma más segura, protege la tráquea y el cuello y permite un manejo sin dolor. Pero como los collares siguen estando en circulación, y muchos tutores todavía caen en la confusión, vale la pena separar cuáles son dañinos y deben descartarse de plano, cuáles pueden tolerarse en casos puntuales y por qué la mejor opción siempre será el arnés.

Collares para perros que no deberían usarse nunca

Hay collares que todavía se venden en veterinarias, petshops y cursos de adiestramiento, que tienen algo en común: lastiman.

  • Collar de ahorque: se cierra con cada tirón. Provoca dolor, lesiones en tráquea, estrés crónico y puede empeorar la conducta.
  • Collar de púas o pinchos: clava puntas metálicas en el cuello con cada movimiento. Es maltrato, sin matices, y está prohibido en varios países.
  • Collar eléctrico: descarga eléctrica o vibración para castigar. Genera miedo, dolor y muchas veces agresión. También prohibido en diferentes legislaciones.

Estos collares no educan, solo reprimen. La educación no debería doler.

Collares para perros que se usan con precaución

Hay collares que no son dañinos en sí mismos, pero tampoco son la mejor elección frente al arnés:

  • Collar plano de nylon o cuero: aceptable en perros tranquilos. Aun así, no protege el cuello y no ayuda en perros que tiran.
  • Collar martingale: diseñado para galgos y razas de cuello fino que se zafan de otros collares. Aunque más seguro que el ahorque, sigue aplicando presión en el cuello y debe usarse solo en casos específicos y con acompañamiento profesional aunque hoy existen arneses de 3 puntos que lo suplantan y son más seguros.

En conclusión, son opciones menos dañinas, pero no superan las ventajas del arnés.

Por qué el arnés es la mejor elección

El arnés distribuye la presión sobre el pecho y el tronco, evitando lesiones en la tráquea. Además, brinda control sin necesidad de dolor.

  • Los arneses en Y permiten libertad de movimiento y son recomendados para paseos diarios.
  • Los arneses con enganche frontal ayudan en perros que tiran, redirigiendo el movimiento de forma suave.
  • Los arneses con enganche superior son ideales para perros que ya caminan tranquilos.

Con un arnés, el perro está más cómodo y seguro, vos tenés más control y la convivencia es más respetuosa.

Más allá de los collares para perros, lo que realmente importa es…

El error más común es pensar que el problema está solo en el collar o solo en el arnés. Ningún elemento reemplaza al entrenamiento. Un perro que tira no dejará de hacerlo por usar un martingale ni por pasar a un arnés de un día para otro: necesita un plan de trabajo claro, progresivo y respetuoso.

Lo que educa es la combinación de guía, refuerzo positivo y coherencia.

Algunos collares para perros no deberían usarse porque dañan y generan miedo. Otros pueden ser tolerados en casos puntuales, pero no ofrecen ventajas reales frente a un arnés. La diferencia la marca siempre el arnés: más seguro, más respetuoso y más funcional. Y la diferencia verdadera la marca tu compromiso: educar con ciencia y sensibilidad, no con dolor ni atajos.

Si todavía te quedan dudas sobre por qué los collares de ahorque, púas o eléctricos no deberían formar parte de la educación moderna, no hace falta quedarse solo con opiniones. La ciencia del comportamiento y la medicina veterinaria llevan años estudiando sus efectos y concluyendo que no aportan beneficios y sí generan daño. Si querés profundizar y revisar la evidencia, te dejamos algunos estudios y documentos:

Schilder, M. & van der Borg, J. (2004). Training dogs with help of the shock collar: short and long term behavioural effects.
👉 PDF – Faunalytics

Canine Welfare Science (Purdue University). The effects of using aversive training methods in dogs: a review.
👉 caninewelfare.centers.purdue.edu

Ziv, G. (2017). The effects of aversive training methods in dogs – A review. Journal of Veterinary Behavior.
👉 Companion Animal Psychology resumen

Pet Professional Guild (2017). Position statement on the use of shock in animal training.
👉 petprofessionalguild.com

AVSAB (American Veterinary Society of Animal Behavior). Dog training methods affect attachment to the owner.
👉 avsab.org

Análisis general sobre métodos aversivos en adiestramiento canino.
👉 animalnerd.com

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