¿Qué tan difícil y exigente puede ser para el perro cumplir con nuestras demandas y exigencias en la educación canina?
¿Alguna vez te pusiste en el lugar de tu perro? ¿A pensar desde su perspectiva?
Buscamos enseñarles a quedarse quietos mientras nos movemos, les exigimos que se calmen mientras nosotros perdemos la paciencia y los obligamos a callarse mientras gritamos.
Queremos que los perros disfruten del paseo mientras nosotros no sabemos realmente disfrutarlo. Nos molesta cuando se convierten en nuestra sombra, pero nosotros somos su mundo.
Les pedimos que jueguen con todos los perros, pero nosotros no jugamos con todas las personas que encontramos en la calle. Exigimos que aprendan rápido y sin errores, pero ¿Qué hay de nosotros?
Se habla mucho de empatía en la educación canina, de ponernos en el lugar del perro pero, con frecuencia confundimos esto con sentir lástima. Nuestros perros no necesitan nuestra lástima, necesitan nuestro respeto.
¿Cómo educar a tu perro sin perder la paciencia? De eso hablamos en este video en nuestro canal de YouTube, te invito a verlo luego de leer este artículo: Ver Video
Comencemos siendo coherentes en la educación canina que pretendemos
Y enseñemos en la medida en que el perro pueda aprender. Pongámonos en el lugar de nuestros perros y convirtámonos en la persona que nos gustaría tener frente a nosotros.
En vez de adaptar al perro a la forma, tratemos de adaptar nosotros las formas y técnicas al perro. La educación canina debe tener una mirada subjetiva, no vale el mismo librito para todos los perros.
Cuando nos ponemos en los zapatos de nuestros perros, desarrollamos una mayor sensibilidad y comprensión hacia sus necesidades y limitaciones. Podemos ajustar nuestras expectativas y métodos de enseñanza para adaptarnos a su ritmo y capacidad de aprendizaje.
La empatía y el respeto son fundamentales en la educación canina
Reconozcamos que nuestros perros tienen sus propias experiencias, emociones y formas de comunicarse. Observémoslos atentamente, aprendamos su lenguaje y respondamos de manera efectiva a sus necesidades.
La educación canina se trata de una relación de mutuo aprendizaje y crecimiento. A medida que nos esforzamos por comprender a nuestros perros, ellos desarrollarán más y mejores habilidades sociales que mejorarán la convivencia.
Los problemas de convivencia con un perro se deben, en su mayoría, a la falta de comunicación. No interpretamos correctamente su comunicación, por eso procedemos en la manera que el perro no necesita. La mayoría todavía cree que si el perro mueve la cola está contento.
Sí, la alegría la puede manifestar moviendo la cola, y otras emociones y sentimientos también.
Entender al perro es Educación Canina, porque al entenderlo podemos comunicarnos mejor, entonces nuestros perros siguen más fácil nuestras indicaciones.
El mejor adiestrador del mundo es…
Este grado de comunicación, que los adiestradores tenemos que estudiar, la vemos frecuentemente en esos perros que viven con una persona en situación de indigencia.
El grado de entendimiento entre ellos es increíble ya que, ni esa persona sabe adiestrar perros ni esos perros fueron adiestrados previamente.
El impacto de la comunicación en la Educación Canina
¿Cómo logra esta persona que sus perros no crucen la calle? ¿Cómo hace para que no salgan corriendo al perseguir una paloma? La respuesta está en la Educación Canina si la entendemos como comunicación humano-perro.
Esta persona enseña a sus perros, sin saber quizás, los principios del condicionamiento operante, pero logra entenderlos y que sus perros sepan que hacer. A base de ensayos y errores aprenden a comportarse y a entender qué comportamientos son los más favorables y cuales no.
Siguiendo el mismo ejemplo: ¿Alguna vez viste alguno de esos perros con ansiedad o estrés? Es poco probable que presenten problemas de estrés o ansiedad por separación.
Entonces, pensar en educación canina es pensar en comunicación para poder convivir mejor y tener pautas claras de convivencia.
Convivencia que de por sí puede ser compleja, porque seamos sinceros, para un perro no debe ser nada fácil convivir con un ser humano.
El cambio en la Educación Canina empieza por casa
En nuestro Curso para Educadores Caninos, ponemos énfasis en la comunicación con los perros porque van a comunicarse con perros todos los días. Esto también hace a un buen Educador Canino, entender al perro para saber cómo comunicarle nuestras indicaciones.
Esto impacta directamente en la profesión ya que un adiestrador o Educador Canino que no entienda a los perros, difícilmente logre los objetivos. Esto hará que las personas no lo recomienden ya que, no obtiene resultados.
Me gustaría dejarte con esta imagen de la educación canina, que puede ser muy técnica, cuando la situación lo amerite, pero muy respetuosa del perro. Puede ser muy empática sin que eso signifique que sea muy permisiva.
Los educadores caninos debemos dar el primer paso hacia un trato más amable con los perros y enseñar con el ejemplo a nuestros clientes.
De esta manera podemos mostrarles que sí se puede educar más y mejor a un perro cuando lo entiendo de verdad.
El respeto hacia el perro se logra al entenderlo
En lugar de imponer nuestras expectativas, trabajemos en conjunto con nuestros perros para establecer una base de respeto mutuo y confianza.
Te invito a ponerte en el lugar de tu perro y a que te conviertas en la persona que te gustaría tener frente a ti. Cultivemos la empatía y el respeto en la educación canina, creando un vínculo duradero y una relación equilibrada con nuestros compañeros de vida.




